Esta área de trabajo responde a la solicitud de la comunidad local de asistencia para monitorear la calidad del agua y otras variables ambientales. Partiendo del proyecto de La Yuyería preexistente y con la establecida experiencia en investigación interdisciplinaria paleoambiental del equipo CIIVAC, el objetivo principal de esta área de trabajo es empoderar a la población local para tomar decisiones acerca del su entorno natural y cultural, particularmente cuando deben evaluar las demandas y desafíos de diversos agentes y situaciones (por ejemplo, erosión, cambio climático, minería), siempre en un marco de diálogo de saberes. Por ejemplo, la población agricultora local maneja un cuerpo de conocimientos asociado al suelo y su relación con todo el agroecosistema diferenciando tipos terrenos (lo que les permite saber cuáles son aptos para actividades productivas como agricultura, horticultura, la construcción de adobes, el trazado de acequias) y el conocimiento de la geomorfología y morfodinámica; los ciclos biológicos de animales y plantas y la dinámica de los ríos. Estos conocimientos tradicionales, transgeneracionales y basados en experiencias personales y compartidas, son aplicados a los sistemas de producción a través de diferentes prácticas como el uso de abonos verdes, ciclos de descanso y rotación de tierras y la reutilización de estructuras productivas (huertas o áreas de cultivo-corrales), que resultan respetuosos y funcionales con el medio ambiente y sus variabilidades locales internas.
Como otra parte del Museo Rural Comunitario, el proyecto de Eco-laboratorio se pone en marcha para facilitar ese dialogo de saberes en la preparación técnica local de análisis y manejo ambiental; desarrollo de un plan colaborativo de conservación con recomendaciones para tomadores de decisiones (a nivel local, provincial y/o nacional) y para promover la transferencia de conocimiento a sectores educativos y de comunicación pública.
El proyecto Territorios Vividos fortalece los cimientos de esta aspiración de larga duración por medio de la compra de los primeros equipamientos específicos, diseño edilicio del espacio que lo contendría y el armado inicial de los grupos de investigación locales para brindar nuevos beneficios educativos en el contexto de pandemia y post-pandemia. Para llevarlo a cabo contamos con un equipo intercultural integrado por profesionales de las ciencias naturales y arqueología (Mariana Mondini, Julio Kulemeyer, Guadalupe Romero, Soledad Meléndez, Violeta Killian Galván, Laura Taddei Salinas, Matías Lepori, Gladys Villagra, Alejandra Molina, Nadia Velázquez y Romina Petrigh), arquitecto y museóloga (José Haedo y Agustina Haedo) y dos estudiantes de arqueología (María Florencia Arias y Pamela Villagra), acompañados por gestores culturales locales y el equipo interdisciplinario del CIIVAC.